Es ella el recuerdo de lo que hubiera sido sin el fin. Es ella el olvido de lo que ha sido con el principio. Ella es eso y mas, es frío, calor y adioses. Tempestad en tierra y calma en el mar.
Sus ojos hoy me miran y sus oídos aun me escuchan cuando la tomo y le digo que la amo, que la amo con la montaña encima nuestro.
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